martes, 24 de noviembre de 2009

REVISIÓN CRÍTICA DEL CINE ESPAÑOL XV



Mónadas (V)

En el balcón vacío (Jomi García Ascot, 1961)

Lo peor que trajo la dictadura fascista (digo fascista y no franquista porque el lenguaje no es inocente. La dictadura fue fascista. Decir franquismo es como restarle importancia, pero no ) a este país fue la mediocridad del interior. El exilio fue un daño doloroso, una llaga abierta, sí, pero los que se fueron fueron libres. Los que se quedaron no.

Los que se fueron pudieron libremente dar forma a su nostalgia. En el balcón vacío se nos presenta como una nostalgia hecha carne, como unos recuerdos rotos, marchitos, fragmentarios. Pero también nos enfrenta a esos mismos recuerdos con la imposibilidad del regreso que sin embargo se realiza. De las dos partes claramentes diferenciadas es la segunda, en la que María Luisa Elío pasea por un piso vacío, la que desgarra. Desgarro silencioso es esta película escondida, desconocida, verdadera joya del cine español que por eso mismo, por ser fiel en exceso a una tierra, no pudo rodarse en España.

Esta película es la adaptación de un relato autobiográfico, Tiempo de llorar, de María Luisa Elío, que además, protagoniza la película. María Luisa Elío era hija del juez provincial de Pamplona, asesinado en las primeras horas de la sublevación fascista. Fue dirigida por su marido, el poeta Jomi García Ascot, otro exiliado español. Todos los actores y técnicos del film también eran exiliados.

En esta película reverberan los ecos de una modernidad avant la lettre, creada por necesariainventada casi sin darle importancia. Película de un lirismo extremo, en ella confluyen Víctor Erice y Val del Omar, un experimentalismo límite y una contención abrumadora.

La más moderna, lírica, arrebatada, arriesgada de las películas españolas no es española. Tampoco es mexicana. Es una película que nace en ese terreno emocional llamado exilio.

(El negativo de la película está destrozadisimo. La película, tanto tiempo invisible corre serio peligro de hacerse invisible para siempre. En estos tiempos en los que a todos se les llena la boca con la palabra 'exilio', ninguna institución, ni mexicana ni española, aportan el dinero necesario para su restauración y preservación. Aparte de eso, la película sigue sin verse, limitándose a ser un mito entre los círculos enterados, que poca gente ha podido ver pero de la que todos han oído hablar. La paradoja sigue, pasado el tiempo. Uno cree que esta película debería proyectarse en todas las filmotecas, museos, y escuelas de cine del país. Es una misión cívica. Porque la memoria ha de ser para todos)

P.D: A modo de anécdota decir que 'Cien años de soledad' está dedicada a Jomi García Ascot y a María Luisa Elío. Será por algo

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